Pero no te extraño
Pero no te extraño, hay veces que sueltan,
dentro de mi cuerpo, todos los delfines y
dos lobos marinos y como diez pingüinos
a hacer de las suyas creyéndome tuya
y yo no te extraño, me da mucha sed,
hasta que las bestias se duermen al bies.
Y me duermo sola, sin piyama en bola,
como la Inesita, que dormía sola di
dicen los que la aman, yo digo que dicen
los que no pudieron meterse en su cama,
yo creo que Inés quiere dormir sola,
aunque un regimiento se postre a sus pies.
Que es distinto a vos, porque ésto es de a dos,
con tu regimiento me agarra la tos.
Pero no te extraño, deben ser los años,
o los desengaños, los lobos marinos que
que comentan siempre nues, nuestro desatino
y yo no te extraño, estoy como el caño,
el caño de un baño, mojada por dentro y seca al revés.
Mejor me retiro, te mando un suspiro
repleto de a veces de amor y trasluz,
para cuando quieras elegir amores
sin promiscuidades como el avestruz,
que come y que traga y esconde el pescuezo
como si nomás le cantara yo a eso.
Liliana Felipe.
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