miércoles, 9 de febrero de 2011

Cosas que mis amigos deben saber.



A veces ando despeinado. Muchas otras corro a sentarme frente al espejo sin moverme de ahí. Tengo ojeras de poco dormir y de tantos sueños.  Debo estirar mi cuerpo por las mañanas cuando me levanto, porque me transformo en un perfecto contorsionista de circo.
Cada tanto entro en problemas propios y al final me pregunto si no será mejor salir pintado como payaso a la calle. 
Yo también tengo espíritu, alma o no se como le digan pero a veces parece que juega con el viento, se va lejos... muy lejos, y suele aterrizar sin avisar, de golpe, y eso duele bastante...

Muchas veces canto solo, hablo solo y lo que es peor, me respondo en voz alta.

Nunca me duermo mirando noticieros, y tampoco lo hago al levantarme, prefiero al menos salir del sueño con los ruidos que hacen los pájaros en los nuevos nidos, para que el mundo real no invada ese "monde du rêve", tan etéreo pero inquebrantable. Y a veces tengo miedo a la realidad, y cuando me siento vulnerable me zambullo a nadar cuerpo adentro, donde está todo lo que quiero y muchas veces no puedo mostrar, donde no existe el que dirán y el por qué.

Sí... amo el chocolate, en todas sus versiones, tamaños y colores.

Me gustan los Gnomos, cuarzos y atrapasueños, no hago conjuro alguno porque creo que ya bastante trae la vida. También suelo inventar canciones, frases para empresas y cosas en general, nadie las escucha, nadie las conoce, muchas son ridículas, pero como suele suceder caí en la cuenta que muchas de las cosas que nos rodean, a veces lo son también. Todavía no encuentro mi palabra favorita.

A veces parece que me ponen pausa y la única forma de desactivarla es pellizcándome.
Y aquí estoy escribiendo sin edición y sin casi respirar, antes de que me arrepienta y diga ¿Qué estoy haciendo?

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