Ya solo era fragmentos. Lo llamaban desintegración.
Recargado en la ventana lloraba y veía a través de su vaho las mentiras partiendo en el carro.
La niña dormía y el perro no hizo ruido cuando escucho que alguien abría la puerta.
Era de noche y no se imaginan el frío que sentían sus pies cuando tocaban el suelo.
-Ha dejado sus zapatos y se ha ido, descalza. Mañana volverá como si nada y solo queda llorar el momento.
Su sien sobre sus rodillas
Mientras todo el cuerpo tiembla
Sus brazos abrazan sus piernas
Y piensa que no debe pensar lo que piensa.
En silencio, las esquinas
Le recuerdan que el ya es solo Fragmentos.
Tengo mucho frío mamá, no vengas.
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